viernes, 1 de mayo de 2009

La Catedral

viernes, 1 de mayo de 2009

La Catedral de Valencia fue en un primer momento una mezquita que en 1238 fue convertida en catedral al ser restaurada la Seo valentina. Pero no sería hasta 1262 cuando el obispo Andreu d´Albalat mandó iniciar la construcción de la catedral gótica de Valencia, de tipo cisterciense, con la nave central poco alta y las dos laterales muy anchas. Inicialmente no tenía transepto, y su simplicidad decorativa obedecía a la austeridad de la Orden del Císter . La estructura de la seo, según detreminados historiadores tiene una influencia directa de la catedral de Tarragona, sobre todo si atendemos al diseño de los voluminosos pilares rodeados de columnas gemelas y el trazado cuadrado de la nave mayor.
La puerta románica de la Almoina de la catedral de Valencia. La cornisa de la cual simula estar sostenida por catorce cabezas, alternadas de hombre y de mujer, que según la tradición representan a los siete matrimonios leridanos que trajeron a Valencia setecientas doncellas de Lérida para casarlas con los repobladores de la ciudad liberada de los musulmanes.


A partir de 1303 la construcción fue continuada por el maestro Nicolás de Autona. Esta vez en un estilo francés más suntuoso. Este construiría el transepto con el cimborrio y la
puerta de los Apóstoles, con estatuas góticas naturalistas. El cimborrio cuenta con dios cuerpos octogonales con arcadas treboladas y bellas tracerías. La simplicidad y sobriedad de la catedral se explican, entre otras cosas, por qué no fue una obra santuaria de ningún monarca, sino una construcción ciudadana sufragada por la burguesía local.

Las obras de la Seu tuvieron un gran impulso en el siglo XV: se terminó la torre de El Micalet, que ya se había iniciado en 1381, durante el gobierno del obispo Jaime de Aragón. No me voy a centrar en esta torre que ya he explicado en anteriores publicaciones.
De esta manera en 1426 se decidió ampliar la catedral, fue con el trazado del valenciano Francesc Baldomar con el que Pere Compte la llevó a la práctica, que terminaría en 1480. En esa ampliación, el Micalet, que hasta entonces había sido una torre exenta a la catedral, fue adherido. Martí Llobet se encargó de terminar el cimborrio o linterna en 1430, y de restaurar la puerta de los apóstoles. El realismo burgués fue sustituido por un mundo renacentista mucho más artificial. Esta influencia también llegó a la Seu, cuando se construyó la capilla de alabastro del trasaltar de la girola, construida en 1510. Además también se le añadió al lado de la puerta gótica de los Apóstoles la "Obra nova" de arcos y galerías de este estilo, que inició Miquel Porcar e 1566. Son conocidos popularmente como "els balconets de la Seu". Entre 1674 y 1682 fue construido el fastuoso presbisterio de la Seo, de polícroma riqueza de mármoles y bronces. Fue obra de un gran arquitecto del barroco valenciano, el aragonés Juan Bautista Pérez Castiel.

En su última etapa, el barroco valenciano empezó a romper cornisas y a curvar el parlamento de las fachadas, es el caso de la la fachada meridional de la catedral, popularmente conocida como "la porta dels ferros", obra del alemán Konrad Rodulf en 1703.

En el último cuarto del siglo XVIII, el arquitecto Antoni Gilabert revistió la catedral de un paramento neoclásico que le daba unidad y sustuosidad.


Una vez terminada la Guerra civil espanyola, se dispuso el coro en el ábside y el altar mayor en el centro del crucero, obra de Vicente Traver en 1943. Años más tarde, en la década de los 70, se recuperó el estilo gótico de las naves del templo.

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